Gloria Quispe

La primera muestra personal de Gloria Quispe Tinco – titulada “Exogénesis” y presentada en la galería del Hotel Sheraton Lima, en enero de 2018 – fue todo un acontecimiento para el grabado local por los enormes formatos que la integraron, por las varias técnicas de impresión que conjugó en cada pieza y por el original y definido programa iconográfico que la caracteriza hasta hoy: aquella ligazón entre la figura humana – desnuda – y el espacio cósmico o esa bóveda celeste cuya nocturnidad, en conjunción con elementos o símbolos geométricos, le gusta explorar incesantemente. En todo caso la joven artista dejó en claro con esa primera individual que estaba dispuesta a enfrentar retos y que la gráfica tendría en ella a una de sus más tenaces exponentes.

Esta segunda exposición Quispe Tinco ha reunido la totalidad de los grabados realizados entre 2020 y 2021, la mayoría de los cuales, por la pandemia del Covid 19, formaron parte de las múltiples “exhibiciones virtuales” a las que fue convocada en el Perú como en el extranjero. Como ella se propuso presentar piezas inéditas en cada ocasión – algo que, lamentablemente, muy pocos grabadores hacen – al pasar de los meses reparó en que tenía ya un número considerable de trabajos para mostrar presencialmente en una galería y que nuestra bienal era el espacio idóneo.

La diversidad temática evidente en el conjunto se entiende precisamente por los distintos requerimientos curatoriales a los que tuvo que ajustarse en cada compromiso expositivo: encontramos los “retratos cósmicos” ya mencionados, elucubraciones válidas en torno a la religiosidad del Perú antiguo – “Sacerdote moche” (2020) –, un homenaje policromo a la gastronomía popular peruana – “Caldo de gallina” (2020) – y cinco ex libris, género del grabado de bibliófilo que empieza a practicarse en Lima muy recientemente. Y ese trabajar tomándole el pulso al momento se reconoce particularmente en los retratos xilográficos de dos jóvenes compatriotas desconocidos hasta hace un año, los extintos Inti Sotelo y Bryan Pintado, convertidos ahora en símbolos de una generación que descubrió que a la democracia hay que cuidarla y defenderla.

Gloria Quispe (Ayacucho, 1990) es Bachiller en Artes Plásticas y Visuales con especialización en Grabado por la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes de donde egresó con la Medalla de Plata en 2015. Obtuvo el Premio Adquisión de la Fundación Euroidiomas. Fue seleccionada en el Salón Nacional de Grabado ICPNA (2016). Dirige junto a su esposo la empresa “Amarv”, especializada en la fabricación de tórculos y herramientas de grabado.